EPISODIO 3
Antes de iniciar el ejercicio, es fundamental definir sus objetivos a la hora de invertir de manera sostenible:
Las etiquetas de sostenibilidad están diseñadas para proporcionar transparencia a los inversores en cuanto a la calidad de las estrategias de inversión ASG. De hecho, las etiquetas de sostenibilidad son “un asunto de toda Europa”. Además de las etiquetas generalistas, los inversores pueden encontrar etiquetas especializadas en sostenibilidad, como las etiquetas verdes o de impacto. En definitiva, las etiquetas de sostenibilidad son instrumentos útiles para ayudar a los inversores a identificar las estrategias de inversión, que realmente integran los aspectos ASG en sus procesos de inversión y en sus carteras.
Y están imponiendo criterios estrictos de elegibilidad. Por lo tanto, antes de seleccionar una etiqueta de sostenibilidad, es fundamental que los inversores revisen estos criterios de elegibilidad a la luz de sus propios objetivos de inversión extrafinanciera.
En los últimos años, ha surgido un nuevo ecosistema de los llamados proveedores de investigación financiera adicional. Generalmente, los marcadores ASG son el resultado de modelos de calificación de sostenibilidad específicos de la industria que agrupan un amplio conjunto de criterios ambientales, sociales y de gobernanza en un solo marcador. Normalmente, cada empresa se evalúa siguiendo los criterios ASG que se consideran relevantes para su sector. Las metodologías y el acceso a los datos pertinentes podrían presentar algunas deficiencias. Sin embargo, la puntuación ASG podría ser un buen indicador para tener una primera idea del compromiso de sostenibilidad de una empresa. En cambio, el diablo está en los detalles y las puntuaciones ASG no deberían utilizarse a ciegas para evaluar el nivel de sostenibilidad de una cartera. La evaluación cualitativa y la perspectiva desde el punto de vista del impacto también se tienen en cuenta.
Más allá de una calificación o puntuación, el impacto real de las inversiones, que puede ser negativo y/o positivo, es también importante, si no el que más, en términos de sostenibilidad. Las métricas de medición del impacto suelen centrarse en los logros reales de sostenibilidad de las empresas, independientemente de su compromiso con los criterios ASG evaluados por las políticas y programas adoptados.
La naturaleza misma de la actividad de la empresa es la información clave para que los inversores puedan decidir qué actividad desean financiar y el impacto que podrían tener en la sostenibilidad.
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